28 enero 2009

Morton’s: Crónica de una cena anunciada

Esta es la primera parte.... vayan leyendo. Es un poco largo, pero bueno.
"Gracias al gran humor de mi Padre, se me ocurrió escribir esta narrativa de las vicisitudes que pasa una familia en Massachussets para salir a una cena formal."

Todo comenzó, creo, el pasado Octubre, cuando mi hermana Gissell decidio redimir las millas acumuladas en tu tarjeta de crédito y convertirlas en un “Gift Certificate” de algún restaurante en Boston. La osadía comenzó cuando la lista de los restaurantes era limitada, y ella se decidió por aquel marcado como “Stake-House” en la lista.

Bueno, le idea original era utilizar aquel bono para salir a cenar con la familia el día después de Thanksgiving, pero el Gift Certificate nunca llego a tiempo. Cuando el bendito certificado fue depositado en el buzón de la casa, finalmente, a principios de Diciembre; la resolución fue utilizarlo para el día 1ro. de Enero, ya que mi Padre estaría compartiendo las “Christmas” con nosotros. Hasta ahora, todo estaba perfecto. Todos hicimos el compromiso de juntarnos para ir a cenar el día primero de Enero del 2009.

Días antes de que el 2008 terminara, mi hermana llamo para hacer la reservación en el elegido stake-house llamado Morton’s. Cuando le preguntaron para que fecha quería la reservación ella dijo, muy ilusionadamente, “for January first”…. “Up’s sorry Ma-am., we are close on January first.” Aquí comenzaron las vicisitudes de esta cena familiar. Nosotros habíamos elegido el primero de Enero porque ese día todo estábamos libres. Nadie trabajaba, ni siquiera Francisco que siempre trabaja en días feriados.

Entonces Gissell lo puso para el viernes 2 de enero a las 7 de la noche. Aparentemente no hay ningún problema con salir un viernes a las 7 de la noche, pues comienza de fin de semana, es segundo día del año, todavía en ánimo de fiestas… Perfecto, no? Pues no, la osadía comienzó porque ese día se trabajaba… Sobretodo Francisco que inicia sus labores a las 5 de la mañana todos los días. Y Yesenia, que sale a las 6 de la tarde. A esto suma le Camila, que había que buscarla donde la niñera. O Gissell que trabaja en Boston pero que tenía que volver hasta Milford a buscar al resto de la familia. O yo que vivo a 45 minutos de donde vive el resto de la familia.

Como a eso de las 3 PM del día viernes 2 de enero, yo llamo a mi Madre, para saber a quien tengo yo que ir a buscar. Ella me dice que a Francisco. Que el estará listo a eso de las 5 y media. Para que luego los dos vayamos a buscar a Yesenia al trabajo, que sale a las 6. Yo pregunto: Y Camila? Mi Madre contesta: Camila esta aquí conmigo, ella durmió aquí anoche. Esto significa que Camila es otro de los ocupantes del “resto de la familia” que mi hermana Gissell tiene que ir a buscar a Milford.

Y yo me puse a pensar; y como van a caber todos en la Murano de Gissell? Estamos hablando de 7 personas (incluyendo a Camila con su car-seat)… en una Murano de 5 pasajeros. Recuerden que estamos aquí, en EU, y no en Santo Domingo, donde es muy fácil meter, no 7 personas en una yipeta, sino 11 en un Mitsubishi Lancer del ’81 como a las 2 de la mañana, al salir del club de San Souci después de unos 15 (jajajaja). No, aquí te pegan una multa como de $500 dólares si te agarran con mas ocupantes en el vehiculo de lo debido. Pero, esta es mi familia, y después de todo debemos recordar que, “Somos Dominicanos”.

A eso de las 5:45 llego a recoger a Francisco, el cual tuve que esperar por unos minutos a que se terminara de cambiar (ni que fuera Dominicano el Salvadoreño e’te). Luego nos dirigimos a buscar a Yesenia a su lugar de trabajo. A todo esto, tanto Francisco como yo estamos muy bien cambiados, porque, “e’ para Boston que vamos!”

Cuando llegamos a buscar a Yesenia, toda cambiada ejecutiva, dejamos mi carro y nos fuimos en la yipeta de ella. Luego llamamos a Gissell, que ya había salido con la truya, para buscar un punto en común en el highway donde pasar a Camila para el carro de Yesi.

Después de habernos pasado de la salida en la ruta 9 para tomar el highway (culpa de Francisco por no hacerme caso); nos juntamos en la estación de gasolina que esta en el Masspike después de la salida de Natick. Ahí, Camila y su car-seat, Sebastián y Leonardo se pasaron del carro de Gissell al de Yesenia; y yo me fui con Gissell. Así que los niños se fueron con Yesenia y los adultos con Gissell.

A todo esto mi Padre esta sorprendido por lo complicado que es salir a cenar con la familia. El no cree que haya que hacer tantas llamadas, dar tantos brincos, hablar tanto; para que una familia salga a cenar a Boston. Pues esa fue la conversación durante los próximos 30 minutos, camino a Boston. Nos reímos de todas las cosas que había que tener pendientes para poder salir a cenar.

De repente, mi Madre (con su siempre papel de preocupada), preguntó a Raúl que era el que estaba manejando la Murano, si él sabia llegar al restaurante. A lo que él contesto que no. Que el tenia un idea de por donde era pero que Francisco y Yesenia tenían GPS en su yipeta. Llamamos al celular de Yesi para que se fuera delante de nosotros y así la voz femenina de su GPS nos guiara hasta el restaurante. Yesenia contesta diciendo que el GPS lo habían dejado en la casa. Quien deja un GPS guardado y no anda con el en su vehiculo todo el tiempo? Solo mi hermana Yesenia. Ella alega que están rompiendo los cristales de los vehículos solo para robarles el GPS, y que solo lo utiliza para cuando hace viajes largos. De todos modos, confiando en el conocimiento de Raúl sobre la ciudad de Boston, llegamos al restaurante. Lo primero es que no hay parqueo solo valet parking, es decir, que si tu no quieres pagar los $20 dólares del valet parking, tendrías que dejar tu carro a por lo menos 5 cuadras; porque Morton’s esta justamente frente a la bahía.

Antes de que llegáramos yo le pregunte a Gissell que si el gift certificate iba a ser suficiente o si íbamos a tener que poner algo en la cuanta. Ella me dijo que probablemente teníamos que poner algo en la cuenta pues ella había chequeado la pagina de Internet de Morton’s y no había visto los precios, es decir, el menú del restaurante si estaba, pero sin precios. A juzgar por lo que costo el valet parking, esta cenita puede salir cara.

Continuara…..


La Vida Util de Harold B.
haroldblancog@gmail.com

3 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Querido Gordo,
No sabes cuanto me he reído con ésta anécdota. La dura realidad! y realmente estoy de acuerdo contigo, que fácil es salir en Sto. Dgo. se entra todo el mundo en un solo vehículo (como sardinas enlatadas), cualquiera te ayuda con una dirección, es más hasta se ofrecen a guiarte (si es alguien en un motor), te parqueas donde te de la gana, aunque haya un letrero grande que diga NO ESTACIONE.

Si te para un oficial de tránsito mejor conocido como Amet le dices algo como “Comando deme un chance que vamos a una reunión familiar con nuestra abuela que está muy enferma”.ja ja ja.
República Dominicana el país de las maravillas!
Besos, Aurora

Anónimo dijo...

La verdad es que tu eres un hombre mortificador cuando mas interesante estaba la historia del Morton vienes a poner "CONTINUARA"EHHHHHHHHHH,jijiiji
kakatica